En esta situación, Jesús creció de una manera completamente natural. La misma palabra se usa al hablar del crecimiento de Juan el Bautista (Lucas 1:80). Yo creo que esto significa que Jesús no era, de ninguna manera, un excéntrico. A los tres años, Él era lo que debe ser un niño de tres años, no como un niño de seis. A los diez años, Él era un niño normal de diez años. Pues Él es el modelo de nuestra niñez; Día a día, como nosotros, creció Él. (SRA. C.F. ALEXANDER) Él aprendió
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